Algunas mujeres sueñan con ver a un niño, fruto de su vientre, dar vueltas a su alrededor pidiendo cariño y abrigo. Otras, simplemente no desean eso y, por ello, no se sienten menos mujeres o poco valiosas. No obstante, la sociedad machista les recrimina una y otra vez esa decisión.
Estas son algunas de las frases más comunes que las mujeres que no desean ser madres escuchan usualmente y que no son -por lo general- bien recibidas: “Eso dice ahorita que está joven, pero en unos años va a ser diferente”. ¡Gracias por la información sobre mi futuro, Walter Mercado! “Se está perdiendo una de las cosas más lindas de la vida”. Usted también. Solo elegimos perdernos de cosas diferentes pero no por eso, menos malas. “¿No se quiere realizar como mujer?”. Claro que lo quiero hacer, por eso busco una sociedad con salarios equitativos, igualdad en el acceso de oportunidades, la posibilidad de vestirme como quiera sin sufrir acoso y buscar la felicidad donde mejor me parezca que puedo encontrarla. Sí, incluso en aquellos lugares donde no hay hijos de por medio. “¿Y qué le va a decir a su esposo?”. Le voy a decir esto: No quiero tener hijos. Y nadie que me recrimine eso será mi esposo. “Eso dice ahorita pero cuando usted vea a ese bebé, tan frágil, el instinto materno se le va a despertar”. Puede que sí, pero he decidido que no quiero estar ahí para comprobarlo. “No es tan difícil, cuando los tenga le van a surgir fuerzas de donde usted no sabe que las tiene”. Seguramente, y sé que las tengo, pero quiero redirigir esas fuerzas a otras cosas. “¿Y no le da miedo quedarse sola?”. ¿Tener hijos es la única manera de no estar sola? ¿Es tan malo estar sola? “No va a tener quien la cuide cuando esté mayor”. Esa no es la razón más correcta para tener un hijo. ¿Qué tal si, al crecer, decide que sus prioridades son otras como trabajar, viajar o estudiar en el extranjero?. Además, yo me sé cuidar sola.
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