Oneida Guaipe: “Mujer es ser luz en medio de la oscuridad”



Para la diputada de la Asamblea Nacional de 2015 por Anzoátegui, Oneida Guaipe, hoy en día las mujeres enfrentan grandes retos de cara a la sociedad actual, tanto en el ámbito político como laboral. No obstante, asegura que ellas son la fuerza para el trabajo y la edificación del mundo moderno y civilizado. 

 

Guaipe conocida por ser una líder gremial en el sector salud, es una mujer aguerrida y luchadora, comprometida de forma incondicional con la justicia por los derechos y valores de las mujeres anzoatiguenses.

 

 

- ¿Qué es para usted ser mujer? 

 

-Ser mujer es ser luz en medio de la oscuridad. Tenemos el don de procrear y gracias a nosotras, la especie humana tiene asegurada su perpetuidad. 

Somos el soporte del hombre en el trabajo de la edificación de sociedades modernas y civilizadas. Somos indispensables en la conducción de la familia y nuestro rol es fundamental en el desarrollo de las culturas.  Ser mujer es una bendición cuando sientes y entiendes lo que es ser fuente de vida. Es ser guía en el camino, calma y esperanza en la agonía. 

 

- ¿Cuáles son los retos que enfrenta la mujer de hoy?

 

-En los últimos años hemos sido muy exigentes en nuestra lucha por superarnos en todos los ámbitos. Se despertó un instinto de ir por más, sin embargo, enfrentamos muchísimos retos diariamente. En Venezuela el primer obstáculo es el Estado y el atropello a nuestro género, porque no hay políticas dirigidas al desarrollo de la mujer para permitirle mejor calidad de vida, al contrario, todos los días debemos afrontar una crisis que crece e imposibilita evolucionar. 

 

Hoy vemos más violencia doméstica, femicidios y atropellos. Estamos en una situación vulnerable ante la gran descomposición. Las madres indefensas y sin orientación oportuna para ser mejores guías. 

 

En fin, son grandes retos que enfrentamos, pero no nos detienen para seguir avanzando en medio de las adversidades. 

 

- ¿Cuál ha sido su inspiración como mujer?

 

-Mi mayor inspiración es la protección de esa vida que traemos al mundo. El instinto más grande que tenemos las mujeres es el de proteger, cuidar, preservar. 

Cuando inicias un proyecto, cuando te planteas una meta después que sientes lo que es ser fuente de vida, todo gira en torno a eso. 

En mi caso, todos los días cuando veo ese nuevo amanecer, mis energías se recargan para seguir sin descanso la lucha y el motor que me enciende son mis hijas, mis nietos y las generaciones que vienen. Sentirnos útiles para servir a los demás y entender que lo estamos haciendo para generar cambios positivos, eso es una gran satisfacción, esa es una inmensa inspiración. 

 

- ¿El hecho de ser mujer ha sido un obstáculo para el desarrollo de algún área en su vida?

 

Jamás debemos vernos menos, sentirnos menos o creernos menos. Las mujeres tenemos enormes capacidades y lo demostramos. Nunca ha sido un obstáculo para mí desarrollarme en alguna área por mi condición de ser mujer. 

Desde muy joven he estado asumiendo retos importantes en mi vida, en lo laboral, en lo profesional y en lo personal uno inmenso que es construir una familia. 

 

En el ámbito político, he podido superar muchas dificultades y debo reconocer que en mi organización (AD), se han abierto las puertas para el crecimiento del liderazgo femenino. Eso lo hemos aprovechado y hoy vemos en el país una gran representación en cargos de dirección o de elección popular más mujeres que en épocas anteriores. 

 

¿Qué mensaje les ofrecería a las jóvenes de hoy en día? 

 

-Mi mensaje para la juventud es que jamás dejen de soñar en grande. Que rompan esquemas, que sean promotoras de cambios y que sean protagonistas en ellos.  Que siempre tengan presente valores de solidaridad para servir a quien nos necesite, humildad y humanidad para ser esperanza, temple y dignidad para no desviarse. 

Las mujeres de hoy en día deben despertar mucho más ese espíritu de crecimiento, de avance, de ser grandes, de emprender. 

No caer en luchas por género, ni asumir superioridad. Exigir respeto en nuestros espacios y demostrar capacidades. 

No permitan ser descalificadas por su condición y levanten siempre la voz ante las injusticias. 

Finalmente, a todas las mujeres, no desmayen jamás persiguiendo sus sueños y no permitan que se los destruyan. Luchemos siempre, seamos grandes ¡Dios nos bendiga!

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