Lagunillas condenada por el gobierno a convertirse en la nueva “Casas muertas”


Iraima Rivera

El municipio Lagunillas, enclavado en la Costa Oriental de Lago (COL), estado Zulia, sufre desde hace siete meses la expropiación de aproximadamente 79 empresas contratistas. Recortan 44 por ciento el Situado del municipio Lagunillas.
Este hecho selló una sentencia nefasta de desempleo sobre los trabajadores petroleros y sus familias, quienes al verse sin ocupación comenzaron su calvario y se sometieron a prolongadas huelgas de hambre que no causaron el efecto deseado.

Entrar a la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y recibir en sus manos el tan anhelado carnet llamado coloquialmente “la ficha blanca” y la firma del esperado Contrato Colectivo Petrolero, el cual reivindica el esfuerzo laboral desde el obrero hasta el personal de nómina mayor.
Este hermoso lugar caracterizado por el calor climático y el de sus habitantes está pasando por una de sus perores crisis económicas y está causando una recesión profunda por la falencia de pago oportuno a las empresas tradicionales que han mantenido está zona petrolera con vida.

Desempleo desatado

José Gregorio Figueroa, economista comentó que durante las expropiaciones un total de 108 mil personas que trabajaban en estas compañías que le prestaban servicio variopintos a PDVSA quedaron sin empleo en un abrir y cerrar de ojos.

“Sin embargo, sigue siendo una cifra alta de desempleo. Recuerda que por ser ésta una zona petrolera en una zona de trabajo digamos de un nivel técnico adecuado que se ha ido perdiendo también porque han desaparecido los institutos que anteriormente cumplían un nivel de formación”.

Por otro lado, el paisaje que se vislumbra en el municipio Lagunillas no es alentador debido que la mano de obra que se desempeña en la zona ha perdido su carácter técnico, así lo asegura Figueroa.
“Quiere decir que esta zona el nivel de empleo está más difícil, más las situaciones que han pasado las expropiaciones todo esto afectó un número redondo de 108 mil personas. Ahí agregamos los que estaban directos y los que indirectamente se veían afectados, es decir su grupo familiar. Estamos hablando de más de 60 empresas que fueron expropiadas, pero a esas empresas debes sumarles aquellas que aunque no han cerrado no debe tener sus números contables muy bien, porque eran empresas proveedoras que tiene cuentas por cobrar y no les han pagado. Lo más seguro que han tenido que salir de personal en fin una situación un poco difícil”.

Adicionalmente, indicó que según la fuentes oficial que reseña el índice de desempleo nacional, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en el mes de septiembre de 2009 el porcentaje de desocupación era de 8 por ciento y asevera Figueroa que el municipio Lagunillas debe estar dos puntos porcentuales más elevado que la cifra oficial, es decir, entre el 10 por ciento u 11 por ciento. “Probablemente de 10 a 11 por ciento entre la población económicamente activa. Que ha sucedió acá lo que ya sabemos desempleo qué consecuencias ha tenido que mucha gente haya tenido que acudir a la economía informal, no es solamente el buhonero y la informalidad no paga impuesto le quita calidad de vida a la gente y no contribuye con la carga que debe tener todo ciudadano para asumir los gastos que tiene el Estado y el municipio”.

Lucha sindical

En este aparte, Germán Cortez, presidente del Sindicato de Trabajadores Petroleros del estado Zulia (STPEZ) indica que por su afiliación política le han negado completamente la entrada a la industria petrolera, por lo tanto, no ha podido constatar en los últimos meses como están trabajando los empleados petroleros.

Cortez, describió el drama humano que se vive en los sectores Las Morochas y La Playa , cuyos habitantes se beneficiaban del empleo ofertado por las empresas contratistas que nacieron en las riberas del Lago de Maracaibo y cuyos muelles fueron confiscados por el Ejecutivo nacional.

“Te voy a hablar en primer lugar de los trabajadores que fueron absorbidos. Estos trabajadores en un sistema de dos por cuatro, cinco por dos, cinco por cuatro, cinco por 10, que son los sistemas mejores remunerados. El Presidente le ordena a Ramírez que expropie o estatice las empresas contratista, lo cual, fue día viernes y el día lunes los 16 muelles más importantes del sector contratista paralizaron a los trabajadores sin Sindicatos, sin los empresarios. Le dieron una respuesta contundente al Gobierno y a PDVSA que ellos no querían ser absorbidos porque son condiciones eran bien con las contratistas. Tenían tres y cuatro clínicas, tenían seis u ocho farmacias y sus beneficios y su estabilidad laboral”.

Señala Cortez que al dejar de cancelarles a las contratistas el dinero adeudado por sus servicios los empleados empezaron a padecer los recortes de los beneficios laborales como por ejemplo la atención médica y la entrega de medicamentos que son propugnados por la Convención Colectiva Petrolera. “Quien paga los platos rotos es el trabajador con seis u ocho semanas sin cobrar, le suspendían la asistencia médica y el suministro de medicamentos y las intervenciones quirúrgicas (...) hay trabajadores que tienen 24 semanas o más sin cobrar hay más de 150 trabajadores fijos y permanentes que no han sido absorbidos. Estos trabajadores que ganaban mil 500 Bolívares Fuertes semanales le decían a un familiar desempleado que le pintara la casa y ahora ese trabajador está ganando un salario mínimo de 300 Bolívares Fuertes semanales”.

Al compararse estas evidencias con la realidad de los pobladores de Las Morochas, explica Germán Cortez, que tal es el caso de Isabel Caldera quien solía vender empanadas en el lugar. Ella se levantaba a las 5.00 de la mañana y amazaba cuatro paquetes de harina de maíz y a las 7.00 de la mañana su mercancía se había agotaba y obtenía su ganancia diaria. Después del descalabro de las empresas contratistas su venta de comida decayó como consecuencia la familia se ha empobrecido, tuvo que cerrar su negocio y único modo de subsistencia.

Crisis en Lagunillas

Sobre el asunto, Luis Zabala, director general de la Alcaldía del municipio Lagunillas comentó que el Situado Constitucional del municipio se redujo en 44 por ciento y que para julio de 2009. Por tal motivo se encuentran paralizados o inconclusas 84 obras que se clasifican de la siguiente manera: cloacas 4, acueductos 7, deportivas 13, drenajes 5, educativas 16, recreación 5, religiosas 2, salud 2 y vialidad 30 que contemplan asfaltado de calles y por fallas en el presupuesto municipal sólo se están haciendo bacheos.

“Es asfaltado se ha tenido que sustituir por bacheos puntuales para disminuir. Se han ejecutado algunas obras de vialidad completa como la carretera O, calle Córdova, calle Monagas y calle Coto Paúl”.

Expresa por otra parte, sobre la regularidad del desembolso del Situado Constitucional que no tiene una fecha fija para ser acreditado. “El Situado llega mensualmente lo único es que no tiene fecha fija a veces llega los tres primeros días, a veces llega el décimo día, es decir que está llegando regularmente. El monto que recibimos no se ajusta a las necesidades, nosotros estamos recibiendo por Situado dos millones 300 mil de Bolívares Fuertes al mes. El recorte que sufrió la Alcaldía por las expropiaciones es de 105 millones de Bolívares Fuertes”, dijo Zabala.

El director general de la Alcaldía del municipio Lagunillas expuso sobre las confiscaciones de las 79 empresas. “Yo creo que entre tantas políticas erradas que el Ejecutivo Federal ha desarrollado, yo creo que estas confiscaciones de las empresas para ser convertidas en no sé qué ha sido muy nefasto para la Costa Oriental del Lago. Realmente es un apartheid pocas veces visto yo creo que solamente en Sudáfrica y en el Chile de Pinochet se vivió una situación tan inhumana que ha ocurrido en la Costa Oriental del Lago”.

Un último mensaje como complemento para los más de 200 mil moradores del municipio Lagunillas inquirió Zabala. “Yo soy muy optimista por una razón fundamental porque voy a usar una palabra popular que Dios aprieta, pero no ahorca. Todo esto está ocurriendo por una buena razón y tiene que significar para nosotros un cambio para nuestras expectativas de vida, pero también un cambio en nuestras actitudes ciudadanas, debe haber un cambio de paradigma en la gente”.

*Lcda. Comunicación Social
CNP 11 248

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